Avispas parasitoides

Avispas parasitoides

Las avispas parasitoides son unos de los enemigos naturales más abundantes y, probablemente, uno de los menos comprendidos desde un punto de vista ecológico. Muchas de ellas son beneficiosas para los humanos porque controlan poblaciones de plagas en la agricultura, pero otras son hiperparasitoides que atacan parasitoides beneficiosos. En este artículo ofreceremos una visión general del mundo de las avispas parasitoides.

por CANNA Research

Estas avispas ponen huevos en otros animales y de ellos se alimentarán las larvas. En muchos casos, los huéspedes aun están vivos mientras las larvas devoran su interior, asegurándose así una despensa repleta de comida fresca. Cuando las larvas están preparadas para pasar al estado de pupa, normalmente suelen matar a sus huéspedes, pero hasta ese momento son totalmente dependientes de estos en lo que respecta a alimento y protección. Las avispas no son estrictamente parásitos como lo es la solitaria, ya que los parásitos nunca matan a sus huéspedes y las avispas sí, pero tampoco lo hacen con la rapidez con la que un león acabaría con su presa, sino que se encuentran en algún punto intermedio y por ello reciben el nombre poco común de parasitoides.

Avispas parasitoides

Cada tipo de parasitoide se especializa en atacar una especie de huésped determinada, y, normalmente, tiene lugar durante uno de los estados por los que pasa su ciclo vital. Esta especialización ha dado lugar a una inmensa diversidad de parasitoides. Las estimaciones sobre el número de especies de parasitoides existente a día de hoy no está consensuada. La mayoría de las especies son diminutas, por lo que hay muchas aun desconocidas. Una extraña característica de las avispas parasitoides es que algunas tienen la habilidad de alterar drásticamente el comportamiento de su huésped para su beneficio propio. Las de las familias Ichneumonidae y Braconidae inyectan un polidnavirus en el huésped junto con sus huevos. El virus infecta las células del huésped modificando su sistema inmunológico, de modo que no puedan encapsular los huevos de las avispas y destruirlos antes de que salgan las larvas. Una avispa esmeralda hembra (Ampulex compressa) inyectará químicos en el cerebro de la cucaracha a la que ataque, alterando su comportamiento de modo que pueda ser dirigida dócilmente al lugar escogido por la avispa para poner su huevo debajo de ella, después la avispa construirá una pared para sellar el lugar sin que la cucaracha drogada haya intentado escapar en ningún momento.

Apariencia

Al igual que otras avispas, las parasitoides tienen un estrangulamiento entre el tórax y el abdomen que les confiere una apariencia de cuerpo con cintura. Son generalmente pequeñas (de 3 cm o menos de largo, siendo la mayoría de 0.75 cm aproximadamente), y su tamaño suele estar determinado por el tamaño de su huésped; por ejemplo, las avispas asesinas de cicadas o chicharras son enormes (unos 5 cm o más de longitud), y las Trichogramma son del tamaño del punto al final de esta frase, porque ese es el tamaño del los huevos de los insectos a los que atacan. Las avispas parasitoides son insectos voladores sin pelo con dos pares de alas membranosas transparentes o algo opacas (algunas especies pierden sus alas cuando se convierten en adultos), y sus antenas pueden ser cortas o bastante largas. Muchas de ellas son negras o marrones, pero algunas son de un azul o verde metálicos y otras tienen marcas de una naranja o amarillo brillantes. Las hembras utilizan su ovopositor -el órgano con el que ponen sus huevos y que está alojado en la punta de su abdomen- para poner sus huevos sobre o dentro de sus huéspedes. Algunos ovopositores son suficientemente largos como para alcanzar insectos escondidos en sus capullos, en los árboles y en otros lugares protegidos. Aunque el ovopositor puede ser considerablemente largo, solo algunas especies de avispas parasitoides tienen un ovopositor capaz de penetrar la piel humana.

Ciclo vital

Avispas parasitoides

Hablando en términos generales, las avispas parasitoides tienen un ciclo de vida completo que pasa por los estados de huevo, larva y pupa hasta llegar al de adulto, sin embargo, sus ciclos de vida varían según la especie y algunas de ellas tienen los ciclos de vida más complejos conocidos en el mundo animal. Los huevos no se suelen ver, ya que normalmente son depositados dentro de los huevos o cuerpos de los insectos huéspedes. Las pupas de algunas avispas parasitoides pueden ser vistas en forma de pequeños insectos blanquecinos o amarillentos con forma de arroz sobre o cerca de insectos parasitados. En algunas especies los machos no existen y las hembras producen los huevos sin emparejarse. De cada huevo parasitoide suele salir una sola larva y algunas especies generan múltiples generaciones en una misma estación, mientras a otras les puede llevar un año o más el completar su desarrollo. Todas las avispas parasitoides viven parte de sus vidas desarrollandose en el interior de su huésped o sobre él.

Uso

Hoy en día el mercado ofrece diferentes especies de avispas predadoras para soltarlas en masas, especialmente en invernaderos. Desde el punto de vista de un granjero u horticultor, los grupos más importantes son los icneumónidos, especie de avispas que se alimenta principalmente de las orugas de mariposa y polillas; los bracónidos, otra especie de avispas que ataca a las orugas así como a un amplio rango de otros insectos, incluyendo el mosquito verde; los calcidoideos, también avispas que parasitan los huevos y las larvas del mosquito verde, mosca blanca, oruga de la col y cochinillas; y, por último, los taquínidos, un tipo de mosca que parasita un amplio rango de insectos, incluyendo orugas, escarabajos adultos y sus larvas, y hemípteros.

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