Antonio Asensio empezó la carrera de publicidad, ha sido técnico de sonido, Dj y, sobre todo, ¡es HUMORISTA! Conocido por monólogos como "Singles", "Facemoog", "Blanca Navidad" y "Follamigas". En su currículum cuenta con nueve temporadas ininterrumpidas en el teatro, trece estrenos diferentes y más de 250.000 espectadores a sus espaldas.
Cuentas que siempre has querido ser humorista. Tus ídolos eran Martes y Trece. ¿Qué representa para ti haber podido cumplir tu sueño de niño?
Pues que los sueños realmente se pueden cumplir. Nunca pensé que llegaría a ser humorista profesional, aunque es lo que quería.
A pesar de todos tus grandes éxitos, hemos oído que el monologo de “El perro choni” es uno de tus favoritos, ¿por qué?
En mis primeros monólogos a lo mejor me faltaba experiencia, actitud, pero los temas y las bromas me encantaban, como el de la playa...
Por un “no hay huevos” estas hoy en el mundo del humor. ¿Cuál fue la última vez que te dijeron eso de “no hay huevos” y qué es lo que tuviste que hacer?
Responder a una entrevista sin fumar hierba, jaja.
Siempre dices que tu lenguaje es el de la calle, el del barrio. ¿Crees que eso va a cambiar? ¿Dejarás de ser, como dices, tan mal hablado?
No, soy como soy y me encanta la naturalidad. A quien no le guste mi estilo, pues se siente.
Para todo lo mal hablado que eres, vocabulario no te falta. Pasapalabra no se te dio nada mal. ¿Cómo fue la experiencia?
Genial. Me divertí muchísimo. Un gran equipo de profesionales, y Christian Gálvez un tío genial.
El día que tu hija tenga un follamigo, ¿qué vas a hacer?
¿Eso es un "no hay huevos"? Aun no quiero ni pensarlo, ¡por Dios!
Tus monólogos salen de temas cotidianos, y aunque ya sabemos que improvisas mucho, ¿qué ha sido lo que te ha inspirado para hacer el monologo de CANNA Comedy Tour?
El dinero supongo, jajaja. No, es un tema del que hago pocas bromas y tiene mucho juego.
Hemos oído que, un día, una persona del público vomitó y otro tuviste un amago de infarto. ¿Has tenido que suspender alguna vez el espectáculo por algunas de estas razones?
Nunca. El amago de infarto lo tuvo uno del público también, pero sí llevo 6 o 7 preñadas que han ido directas a parir saliendo del teatro.
Un dato que nos resulta muy curioso es que te hemos oído decir que fuiste Dj de jazz. ¿Quién te introdujo en este estilo de música?
Pues trabajando de técnico de sonido conocí el jazz, lo comprendí y ya me enamoré...
Eres un gran aficionado de los tatuajes. ¿Cuáles han sido el último y el primero, y dónde?
El primero con 16 años en el hombro. El último en el dedo anular... Como ves, me queda menos espacio, jajaj...
No queremos pasar esta entrevista sin preguntarte qué se siente al actuar ante 7.000 personas.
Sinceramente, no hay palabras. Piel de gallina con acojone y orgullo, todo a la vez
¿Consideras que la base del humor es la irreverencia? ¿Ayuda el ser un poco ácrata e iconoclasta?
Todo ayuda en el humor, hasta tener nociones de mimo, jaja..
¿De qué proyecto te sientes más orgulloso?
Blanca navidad. Lo escribí bastante rápidamente, pero esta será ya la 8ª temporada que lo haga. Un tema muy cotidiano, pero bajo el filtro Moog.
¿Cuál ha sido el trabajo más extraño que has hecho como humorista? ¿Trabajar en despedidas de soltera?, ¿bodas?
Un cumpleaños. Eramos 10, incluyendo al camarero...
Habrás topado con dificultades en el camino, pero ¿qué momento recuerdas como el más duro?
Recuerdo actuar en bares en la que la gente me pedía que me callara porque les molestaba en su conversación. Viajes de 30 horas en autocar... difícil, sí.
Esos días que uno no tiene buenos y te toca salir al escenario para hacer reír, ¿cómo se llevan?
Fatal, pero no te puedes coger la baja, hay que apechugar con la fiebre, diarreas, etc...
¿Cuál es tu hobby?
Leer, básquet, jazz y los coches americanos.
Y, para finalizar, nos gustaría preguntarte cómo te sientes sabiendo que tienes el poder de hacer reír a la gente, ahora, cuando más se necesita.
Me siento satisfecho. Eso es mucho hoy en día.