Antes de que aparezcan los síntomas, la hoja comienza a desarrollar una especie de ampollas, seguidas de un característico polvo blanquecino que ocupará el lugar de las ampollas; parecerá como si la hoja hubiese sido espolvoreada con polvo blanco. El oídio suele encontrarse en el haz de la hoja, pero en ocasiones está en el envés, por lo que no es de extrañar que pase desapercibido con frecuencia. Sin embargo, según avanza la infección, las hojas pueden acabar completamente cubiertas de esta capa blanca, quedando colonizados incluso los cogollos, con subsecuentes pérdidas en la cantidad y calidad de la cosecha.
El mejor tratamiento contra este tipo de hongo es la prevención, ya que una vez que se haya establecido y desarrollado resultará difícil de erradicar, incluso con fungicidas químicos. Mantén tu área de cultivo limpia para evitar que las esporas alcancen y contaminen tus plantas, lo cual será fácil de conseguir si mantienes tu equipamiento limpio y te lavas bien las manos antes de manipular tu cosecha. Otro medio de control de esta infección es el uso de CANNACURE.
Observa las hojas de más antigüedad de la planta en busca de decoloraciones amarillentas y de hongos.
El polvo blanco: mildiu y oidio - detallado Guía de Plagas y Enfermedades